CAMIÓN DE AZÚCAR
A las afueras de Cali, en el Valle del Cauca se extiende a todo su ancho y largo, entre la Cordillera Occidental y Central el alma de la región, sus ingenios. Kilómetros y kilómetros de plantaciones de caña que esconden miles de historias y de sueños hechos realidad. Uno de ellos es el de Luis Alfredo Garrido, uno de los propietarios del Ingenio Carmelita S.A, una empresa familiar que inició con el cultivo de caña hace más de nueve décadas y que ha pasado la tradición de generación, en generación.
El proceso del cultivo de caña no para, la producción es continua y el trabajo 24/7. Desde antes que los pájaros canten inician las labores en el ingenio y eso lo sabe muy bien Luis Alfredo. “En el 58 trabajábamos en la industria de la panela y el azúcar. Hoy producimos azúcar, miel y bagazo”, nos comenta Garrido en el corazón del ingenio, el cual tiene una extensión de 8.200 hectáreas y una producción instalada de 3.000 toneladas, un alto volumen que requiere equipos resistentes que satisfagan dichas exigencias, por lo que las Mack Granite durante años han sido las protagonistas del ingenio.
Los hombres son clave para las labores que demanda esta industria, pero para poder cumplir con la producción se necesita el respaldo de las máquinas. La flota de equipos en el Ingenio Carmelita es amplia: tractores, vagones y tractomulas, hacen parte de ella. Hoy día en las vías del ingenio ruedan 17 unidades Mack. Acompañando a las dueñas del lugar, las Granite, está el Anthem, último lanzamiento de Mack, un camión que proyecta poder, rendimiento y que hoy día trabaja sin parar en Carmelita; sin embargo, la historia con la marca del bulldog inició para Luis Alfredo mucho más atrás, hace casi 50 años.
“El primer Mack que tuve lo compré en 1969. Fue un camión especializado para labores agrícolas, movimiento de caña. Las características de las carreteras años atrás eran muy distintas, las vías eran destapadas, hechas polvo, inaccesibles y el Mack tenía la capacidad y robustez suficiente para sortear las complicaciones. Estamos en el 2018 y este equipo aún sigue trabajando, pero tenemos más. En nuestra flota contamos con las Granite, muy apropiadas para esta industria por su rigidez y fuerza en el camino”, dice Garrido.
Las Mack Granite “cañeras” como se conocen popularmente en esta industria, son camiones potentes, con motores de entre 450 y 520HP, soportados por una transmisión diseñada para un performance óptimo. Los trabajos que realizan estas unidades son severos: transportan carga extra pesada, arrastrando hasta cuatro vagones, superando las 140 toneladas en total, de lunes a lunes, sin para alguna. Además de la carga, las Granite cañeras deben soportar difíciles condiciones de trabajo, por lo que su diseño inclinado del capó, con una óptima ubicación de los faros y una excelente iluminación de perímetro, le permite a los conductores trabajar con mayor seguridad.
Entre el imponente verde que se explaya a largo y ancho de la zona, el fuerte calor azota a sus trabajadores. Las condiciones no son del todo fáciles, además del calor, la tierra y la lluvia pueden hacer de las suyas. Por este tipo de razones la plantación de caña es mucho más que recolección y entrega. En el Ingenio Carmelita cuentan con camiones Mack dedicados a las labores en desarrollo de infraestructura vial. “Los Mack tienen corazón y su base y soporte es su excelente chasis, por eso trabajan con nosotros”, nos cuenta Garrido sin titubeos.
Además de la recolección de caña, el arreglo de vías, está el transporte de bagazo que va vía a Cali. Trabajo pesado que lidera el Anthem haciendo recorridos diarios de unos 50km, operando 24 horas al día.
En el campo siempre hay cuentos, historias que se vuelven mitos y para algunos verdades. Pues uno de ellos era el constante deseo de los operadores en no manejar camiones con transmisiones que no fueran mecánicas. Las costumbres se vuelven normas, hasta que el cambio inspira mejores soluciones y el Anthem fue muestra de ello.
“Antes de que llegara el Anthem los operarios no querían manejar vehículos con transmisiones automáticas. Para ellos los camiones perdían potencia y capacidad, pero llegó el Anthem, un camión muy atractivo por fuera, pero con capacidades mucho más poderosas por dentro. Su caja automatizada convenció de inmediato a los conductores por su potencia, como también por la gran experiencia que se tiene al conducir. El interior de este equipo es de lujo, como lo es su desempeño”, afirmó Luis Garrido, hijo de Luis Alfredo y quien está pendiente día a día de los trabajos, necesidades y más mínimo detalle de la compañía.
Cada mundo necesita un héroe y Mack, con su portafolio se ha convertido en uno: el héroe de cada trabajo con las Granite. Su robusta cabina de acero galvanizado, y su fácil maniobrabilidad han mantenido seguros a los conductores de Ingenio Carmelita por décadas y así continuarán no solo gracias a la tecnología de punta de Mack, sino también al acompañamiento de Praco Didacol.
Todo negocio se vuelve grande gracias al respaldo. La familia y el deseo de éxito, sin duda, es uno de los más poderosos. Así ha crecido el Ingenio Carmelita, apoyado en un soporte firme y estable, a pesar de los problemas e inconvenientes. Bajo esta misma visión, Praco Didacol ha sido el respaldo para el Ingenio con Mack. “Praco ha sido un socio, un respaldo que ha estado ahí cuando lo hemos necesitado”, concluye Garrido.